Por. Karol Bolaños
Es una mañana agitada, las noticias son pura candela, los opinadores que se creen conocedores hacen apología a la venganza; nuevamente, los ricos del mundo y sus serviles trabajadores de los medios de comunicación distrajeron a la sociedad.
Todas las miradas están sobre un pobre que no es pobre. Una víctima que utiliza el dolor de lo inhumano para finiquitar su misión infrahumana.
De nuevo la Franja más famosa del mundo está en ruinas gracias a la «justa» embestida del dragón más poderoso.
El fuego va, el fuego viene. El caos ha empezado, los ataques han sido de gran impacto, la sociedad que se ufana de «su tierra prometida» teme por su seguridad y tiene constantes ataques de pánico.
Pero todo parecía advertido, se ve como si solo se necesitara un detonante que justificara la respuesta.
Es más, pareciera que todo parte de un plan minucioso donde se tuviesen que sacrificar algunas ovejas para capitalizar la recuperación del orden. Lo cual, no seria extraño porque los extremos se justifican en sus vanas creencias.
Es sospechoso que después de tantos años de ocupación en Palestina, las grandes potencias se reúnan en ideas y opiniones para finiquitar el conflicto, eso sí, entregando la bandera a un solo ganador. El cual, se definirá en batallas contundentes que se desarrollarán en los próximos días, dicho esto por, la principal protagonista.
Es evidente que las potencias, incluída entre ellas la gran armamentista, están utilizando una serie de acciones terroristas para justificar no sólo la ocupación total de Palestina, sino la de los países Árabes No Alineados a Occidente.
Creo que los ojos deben ponerse en lo que va suceder en el Líbano, porque ellos podrían ser una puerta abierta para intentar golpear a Irán que es el verdadero propósito de los avariciosos.
En fin, lamentable la situación en la Franja, en especial, pienso en las vidas inocentes que se esfumaron y hoy se esfuman. Me imagino el dolor que se convierte en venganza y me da miedo el mundo del futuro. Pienso en las escuelas que hoy son refugio para las familias que vieron caer sus casas y duele pensar en el recuerdo que esos niños y niñas guardarán en su memoria. Me da ira el poder de la violencia y la guerra, más aún, cuando todos y todas deberíamos estar luchando juntos por la paz que nos ayudaría permanecer como especie.
En fin, solidaridad para el que sufre la inclemencia del egoísmo, la barbarie, la discriminación, la avaricia y la brutalidad.
Solidaridad con el pueblo Palestino.
Mujer de Aquí 