Escucharnos: Nada Puede Tener Más Sentido

Por. Karol Bolaños

La tradición, costumbre y aceptación de la perversión; resume el grado de deshumanización que enfrentamos como sociedades aparentemente modernas.

Internet ha resultado ser un universo de códigos que se transforman en información, la mayoría de ésta, ha sido creada con dos funciones interconectadas: ideologizar para controlar.

Básicamente, se le hace creer a la gente que tiene el control sobre los dispositivos que utiliza. Mientras tanto, la conexión hace su ejercicio de seleccionar cada material, de acuerdo a, las bases de búsqueda y los datos ilimitados que se le ofrecen al aceptar cada contrato.

Nada puede llegar por casualidad a los canales de información que hemos aceptado. Todo está diseñado para acentuar las bases de los objetivos que incitan a: creer y actuar.

De esté modo, se clasifica, codifica y controla a la humanidad con las ideas que circulan sin moderación ética.

La gente cree que sabe, conoce o tiene la capacidad de elaborar discursos; ésta, con una profunda necesidad de existir, se aferran a las ideas que flotan en las pantallas para entrar a confrontar en la vida real a las personas que tienen alma.

Nunca antes, la humanidad tuvo tantas posibilidades de informarse, instruirse, cultivarse, adiestrarse, entrenarse, educarse y acceder a diversas fuentes discursivas. Así mismo, nunca antes la humanidad había llegado a ser tan obsoleta y limitada en el desarrollo de sus funciones, tan ausente de herramientas para sobrevivir de manera autónoma.

Toda esta aparatosa realidad, nos enseña que todo lo que pasa en las redes sociales tiene una función en cascada. Sin duda, hay tantos beneficios para quién controla los medios, programaciones y dispositivos que la gran mayoría de la población mundial sólo estará sumergida en los espejismos que le permitan creer.

Para finalizar quisiera reconocer que, están bien las pantallas, es inevitable usarlas, pero no es sano dejarnos robar las ideas, la consciencia, la vida, el deseo y la emoción por su uso ilimitado.

Aprendamos y hagamos cosas utiles como cocinar, sembrar, cuidar, cosechar, barrer, coser, música, cortar cabello, leer libros de papel, escribir notas en los cuadernos, dibujar, hacer cerámica, construir utensilios con metales, hacer medicina con plantas, contruir refugios, reparar objetos, moldear vidrio, pintura… Porque sólo podemos vivir plenamente si somos capaces de permanecer bajo nuestra memoria cultural que, está marcada en las destrezas desarrolladas.

Recordemos aunque esté lejano que, nada puede tener más sentido que escucharnos y cuidarnos.